La primera teoría coherente de la evolución o también llamada la transformación de los seres vivos, la propuso Lamarck. Pero por la falta de pruebas de un transformismo según el cual el alargamiento del cuello de las jirafas era un carácter adquirido que se explicaba por los esfuerzos adaptativos, facilitó que la teoría de las catástrofes de Cuvier, un gran enemigo de Lamarck, acabase imponiéndose. En 1840, el debate sobre el fijismo y evolucionismo estaba resuelto: parecía que el fijismo había ganado la batalla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario